Fuenteguinaldo se encuentra en el sur oeste de la provincia de Salamanca, en la Comarca de Ciudad Rodrigo, muy
cerquita de Portugal y del noroeste de Extremadura, junto a la Sierra de Gata.
Asentada la villa sobre un cerro, a 850 metros de altitud, llama la atención del viajero la esbelta Iglesia parroquial (construida entre los años 1543 y 1744, destacando en su interior la majestuosidad de su retablo, obra de Lucas
Mitata). Sorprende igualmente el entramado radial de sus calles, que parten de una circular Plaza Mayor en la que resaltan las columnas de granito del
Ayuntamiento.
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Existen múltiples
vestigios de
diferentes
culturas en el
municipio, desde
los monumentos
funerarios de la
Prehistoria, como
el dolmen de la
Huerta de Las
Ánimas o el
menhir de Los
Regaos, a restos
de cultura
castrense como
Irueña, que por su
importancia
mereció la
declaración de
monumento
histórico en el
año 1931. Aún se
conservan en dicho
castro (que fue
también
romanizado)
lienzos de
muralla, tumbas
antropomorfas,
basas y fustes de
columnas y un
verraco de grandes
dimensiones
conocido
popularmente como
“La Yegua”.
De
modo especial ha de
mencionarse la riqueza del
patrimonio natural de
Fuenteguinaldo, desde el
paisaje adehesado de
encinas al espeso bosque
de robles, desde los pinos
de repoblación al bosque
de galería (alisos,
fresnos, sauces, chopos…)
junto al Río Águeda.
Jalonan el discurrir de
sus aguas numerosos
molinos harineros a los
que el progreso dejó sin
actividad para convertirse
más tarde en punto de
encuentro y centro de los
núcleos recreativos y
zonas de baño
guinaldesas, paraninfos de
naturaleza virgen en donde
practicar la pesca de la
trucha o buscar a la
traviesa nutria. En
semejante paraíso no es
difícil comprender porque
surcan su cielo altivos
los buitres negros o
leonados, las águilas
ratoneras, la solitaria
cigüeña negra, el
cernícalo primilla, entre
otras muchas aves que
pueden admirarse.
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